jueves, 14 de enero de 2016

Schuman


Pablo dormirá en casa de sus abuelos esta noche. Su abuelo le ofreció comprarle un Cine a la mano Plastimarx. Pablo se acuesta, está por quedarse dormido, entusiasmado por su próximo juguete. Su abuela lo arropó y le dice que saldrá temprano por la mañana. En la mente de Pablo resuena el pleito más reciente de sus padres, pero ya a más bajo volumen, digamos que a nivel dos. A nivel dos se escucha Humoreske in B-Flat Major, Op. 20 de Robert Schuman. A Pablo le encanta despertar escuchando la música de piano que su abuelo tiene a bien poner desde la mañana para trabajar, y del estudio llega con sus notas espaciadas, melódicas, armónicas, elegidas con delicadeza por el dj de la estación. Entre las persianas, un rayo de sol calienta su frente, y el movimiento de las cortinas con el suave aire matinal ensancha el rayo a su cara. Ahora la música está a nivel tres, pues Pablo ha recuperado completamente la conciencia. El abuelo siente a su nieto despertar y se planta bajo el marco de la puerta para comprobar su siempre atinado sentir. Pablo agradece la paz de esa mañana. Su abuelo se aproxima, le pide moverse, se recuesta detrás de él.